martes, 24 de septiembre de 2013

El que con niños se acuesta, mojado se levanta. No es oro todo lo que reluce.

Y no hay verdad más grande en este mundo.

Durante entradas anteriores he hablado de lo que suponen la publicidad y los patrocinadores en este deporte, las mentiras en coches de calle o puestos en una parrilla de una prueba, cómo me inicié en este mundillo, los coches que han pasado por mis manos... En general un poco de todo lo que rodea a esta afición, pero caigo en la cuenta de que me he dejado algo atrás: La inmadurez y la tontería inherente al ser humano. Me dejo que en un país en el que actualmente creemos vivir en libertad, en realidad vivimos en libertinaje pseudo controlado, donde cualquiera puede ofender, insultar, tergiversar, y probablemente salir impune.

Todo esto viene a cuenta de que uno no puede expresar libremente su opinión (ojo, expresar opinión no ofender) sin que inmediatamente salgan de debajo de las piedras una patulea de seres dispuestos a "diseccionarte" porque opinan distinto que tú.

Da igual que hables de ortografía, de política, de economía o de carreras; siempre hay alguien dispuesto a intentar ponerte contra las cuerdas simplemente porque opinas distinto de su verdad absoluta. Esto no es nuevo, ya Escudería Sur en su día tuvo que desvincularse del foro de inforallye que prestaba servicio a su web por la cantidad de insultos, calumnias, ofensas que se vertían en dicha sección contra pilotos que caían en el ojo del huracán, en el punto de mira de algún desequilibrado. El más famoso fue el de mi buen amigo Pakito Altamirano, al que "alguien" oculto tras un nick atacó de forma tan desproporcionada que por poco acaba en los juzgados.

Otra forma de "dinamitar" a alguien en esto de las carreras es convencer a gente de que es más buena de lo que es, y no son pocos los casos de gente a la que le han aconsejado mal porque "eres tan bueno que tú le dabas ahí a todos" y se han embarcado en campañas imposibles, y esto no es una broma, no es natación que con un bañador te apañas, aquí se gasta mucha pasta, y cuando te convencen de que con 200CV más le dabas al Porsche de fulano y al Ferrari de mengano, te acabas metiendo en un lío de proporciones colosales, y recuperarse económicamente de ello, puede llevar muchos años, cuando no una vida. Conozco casos.

Pero luego están los niños que juegan a ser mayores, y ahí señores, con la iglesia hemos topado. Porque un adulto dialoga, debate, discute (de discutir, no de pelear), pero los niños "se lían a hostias", figuradas y/o reales, porque del insulto pasan automáticamente a la amenaza, y además es bastante habitual que ataquen en manada, llamando a sus "iguales" y liando a los que no son como ellos, aunque afortunadamente estos tras un primer "cara a cara", suelen recurrir a la lógica y no es que haya que arreglar algo, es que incluso a veces, no existe necesidad de tal arreglo porque el problema no existe.

Es algo que he vivido a veces porque yo, llámenlo virtud o llámenlo defecto, tengo la costumbre de que si pienso algo, decirlo, porque siempre he tenido claro qué cosas me parecen bien y qué cosas me parecen mal. Lo más reciente ha sido estos días en referencia a una historia de hace aproximadamente un año, por el mes de octubre del año pasado. Asistí con algunos de mis buenos amigos conocidos en las carreras a una prueba de montaña de mi provincia. En esta ocasión acudí a la llamada del organizador que necesitaba un comisario para el control de una de las curvas, y tal como hiciera hace dos décadas en la misma prueba, me planté un peto y me hice cargo de un extintor y un puñado de banderas. Como he dicho, en aquella curva me acompañaron un nutrido grupo de amigos, aficionados y pilotos al tiempo, dispuestos a disfrutar de la prueba y al tiempo hacer de aquel puesto el más seguro, pues todos tenían experiencia como voluntarios en la organización de pruebas, y quedó claro en el infortunado accidente de precisamente uno de nuestros amigos en aquella curva, donde en menos de "cero coma" que se dice en mi tierra, ya estaban cortando la carretera, auxiliando al piloto, controlando al público, etc. En esta prueba, que se disputa en dos días, hubo mucho espectáculo el sábado. Sin embargo el domingo, hubo quien prefirió dar más espectáculo que luchar contra el crono, lo que provocó una situación complicada, con coches que venían y que se podían encontrar un obstáculo que no procedía. El caso es que posteriormente en las redes sociales se empezó a comentar el espectáculo dado por el piloto, que dicho sea de paso, ya da muchísimo peleando por la scratch, tal como hizo en esa prueba el sábado o unos cuantos fines de semana antes en la prueba "estrella" de la provincia, un rallye. Bendita la hora que se me ocurrió decir que aquello no nos había gustado al grupo que estábamos en la curva... Insultos, descalificaciones, amenazas. Incluso familiares y amigos del piloto pidieron explicaciones por aquello, de tal modo que lo mejor que se me ocurrió fue acercarme al propio piloto la siguiente vez que lo vi y disculparme con él. De decir que no me había gustado aquello por el peligro que podría suponer, algo que también apoyaron los que estaban conmigo, al punto de transmitirle al piloto que poco menos que lo había demonizado, fue todo uno. Pero como no me oculto bajo nicks ridículos y delirantes, sino que escribo en mi propio nombre, lo afronté, pedí disculpas si mis maneras no fueron las adecuadas y lamenté que una opinión hubiera sido tergiversada de tal manera por niños (no tan niños) dispuestos a sacar carnaza de cualquier sitio. El piloto, que es "adulto", lo aceptó de buen grado, y si no lo hizo, tal y como vuelven a insinuar "los niños", al menos tuvo compostura y saber estar.



Este año el mismo piloto de nuevo en el rallye da bastante espectáculo, como de costumbre, e incluso se permite darse un "homenaje" en algún tramo neutralizado, dándole vidilla al público que, decepcionado tras planificar la manera de ver el mayor número de tramos posibles, se queda con cara de póker al no disputarse la especial en la que se ubican. Entonces, en las mismas redes sociales, se comenta la "jugada" y ojalá vuelva a liarla en la prueba de montaña que viene. Vaya la hora en que se me ocurre decir que ya pasó en 2012 y que no estuvo bien. Ese es el momento en que los que ya te dinamitaron el año pasado, vuelven a la carga, y vuelven con un nuevo arsenal de insultos, amenazas e incluso mentiras, confundiendo términos y liándola bestialmente, volviendo a implicar a familiares y amigos, creando una campaña de descalificaciones. ¿Cómo se puede llegar al punto de acusarte de envidiar y ofender a un piloto al que precisamente admiras y te apetece verlo disputar una prueba? Pues cuando se implican personas que intentan insultarte llamándote "culto". Sí, señores, por increíble que parezca, atacan de esa manera; es algo imposible de describir, pero que sí podría llegar a definir el (limitado) intelecto de los autores de dichas opiniones.

Así pues, llegamos al punto en que da igual que no te metas nunca con nadie, que siempre contestes a las dudas de alguien que llega nuevo, que te guste montarte en un coche de carreras sin importarte todo lo demás, que nunca hayas ofendido a nadie y que todo lo que digas sea siempre meditado porque resulta que  le tienes "envidia" a fulanito, "eres tú muy listo", "nos conocemos todos", a poner en tu boca palabras que no has dicho, o a encontrarte a gente realmente cabreada contigo porque tú los has ofendido (?) Es más, incluso disculparte está mal, porque a estos que la han liado, "les parece de vergüenza lo que hiciste, no se te caerá la cara"...

Afortunadamente, como ya dije al principio, hay gente sensata con la que se puede hablar, que te permite explicarte, y que cuando ven el pastel, se dan cuenta de lo que ha ocurrido. Aún con esas, no es extraño que con la manipulación que ha sufrido la situación, cuando todo parece volver a su cauce, aún ves una descalificación por parte de alguien que sólo conoce una parte de la historia. Triste, muy triste.

Prometo que la próxima entradilla será más jovial, y que por supuesto tardaré bastante menos en volver a escribirla que lo que he tardado entre la anterior y hoy.